Inversión en ciberseguridad 2026: empresas en Colombia y Latam

Inversión en ciberseguridad 2026: prioridades para empresas en Colombia y Latinoamérica

Inversion en ciberseguridad 2026 empresas en Colombia y Latam

La ciberseguridad dejó de ser un componente exclusivamente técnico para convertirse en un factor estructural de continuidad y sostenibilidad empresarial. En un contexto de digitalización acelerada, expansión de la nube, trabajo distribuido y amenazas cada vez más sofisticadas, las organizaciones en Colombia y Latinoamérica enfrentan un desafío claro: invertir mejor, no solo invertir más.

De cara a 2026, la conversación ya no gira en torno a qué herramienta adquirir, sino a cómo construir una estrategia de seguridad integral, escalable y alineada al negocio. Este artículo analiza las principales prioridades de inversión que están marcando la agenda regional, con una mirada práctica y orientada a la toma de decisiones.

El entorno de amenazas en Latinoamérica y Colombia

Latinoamérica se ha consolidado como una región de alto interés para los ciberatacantes, no solo por el crecimiento digital, sino por brechas históricas en madurez de seguridad y gestión del riesgo.

En Colombia, el entorno de amenazas está cambiando rápidamente. Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), a través de reportes consolidados del Centro Cibernético Policial y entidades del ecosistema nacional, durante 2024 se registraron más de 36.000 millones de intentos de afectación, una cifra que evidencia la escala del riesgo y refuerza por qué la inversión en ciberseguridad ya no puede ser reactiva.

A esto se suma el aumento sostenido de denuncias por delitos informáticos y el crecimiento de presupuestos en sectores como el financiero, que han reconocido que la exposición digital impacta directamente la operación, la reputación y la confianza del mercado.

Prioridades de inversión en ciberseguridad para 2026

1 — SOC potenciado con IA: detección más rápida y menos ruido

El Security Operations Center (SOC) está evolucionando de un modelo reactivo a uno predictivo e inteligente. La incorporación de inteligencia artificial permite reducir la fatiga de alertas, priorizar incidentes con contexto y acelerar la toma de decisiones.

Como lo señala Hamilton Moya Vega, Gerente MOC de NewNet, “la IA no reemplaza al analista, lo libera del ruido. Su valor está en ayudar a identificar qué merece atención inmediata y qué no, para responder mejor y más rápido”.

Qué invertir

• Plataformas de monitoreo con capacidades de IA y analítica de comportamiento.
• Correlación avanzada de eventos y automatización controlada (SOAR).
• Integración entre telemetría de seguridad y operación.

Impacto esperado

• Menor tiempo de detección y respuesta.
• Alertas más relevantes y accionables.
• Mayor eficiencia del talento especializado.

2 — Zero Trust (ZTNA): control de accesos por identidad

El modelo Zero Trust se consolida como un principio central de seguridad para 2026. La premisa es clara: no confiar por defecto, validar cada identidad y cada sesión, sin importar desde dónde se conecte el usuario.

Qué invertir

• ZTNA para accesos remotos y a aplicaciones críticas.
• Autenticación multifactor (MFA) robusta.
• Microsegmentación y políticas dinámicas basadas en riesgo.

Impacto esperado

• Reducción de movimientos laterales.
• Control granular de sesiones.
• Bloqueo de accesos comprometidos incluso con credenciales válidas.

Cómo comenzar

• Pilotos en aplicaciones críticas.
• Escalado progresivo por capas de riesgo y perfiles de usuario.

Una forma práctica de iniciar es mediante planes preconfigurados que agrupan controles de acceso (ZTNA) con inspección de navegación (SWG) y protección de aplicaciones (WAF). Estos planes facilitan un despliegue más rápido y reducen la fricción operativa al aplicar políticas coherentes desde el primer día.

Ver ejemplo práctico: caso de Renting Colombia

3 — Seguridad en la nube y arquitecturas híbridas

La adopción de entornos híbridos y multicloud seguirá creciendo en 2026. Esto exige un enfoque de seguridad que contemple visibilidad, control y continuidad.

En entornos híbridos, la seguridad debe ir de la mano de la disponibilidad. Arquitecturas bien diseñadas incorporan no solo controles de acceso y protección de datos, sino también mecanismos de alta disponibilidad y balanceo de carga, que permiten absorber picos de tráfico, evitar puntos únicos de falla y mantener los servicios operativos incluso bajo condiciones adversas.

Qué invertir

• Gestión de postura de seguridad en la nube.
• Protección de aplicaciones y APIs.
• Controles consistentes entre nube y data center.

4 — Gobierno, Riesgo y Cumplimiento (GRC): decisión informada

La ciberseguridad no puede avanzar sin una adecuada gestión del riesgo. El software GRC se vuelve clave para conectar tecnología, procesos y decisiones de negocio.

Qué invertir

• Plataformas GRC para identificación, evaluación y seguimiento de riesgos.
• Gestión de cumplimiento normativo y terceros.
• Métricas claras para la alta dirección.

Impacto esperado

• Priorización correcta de inversiones.
• Trazabilidad y control.
• Alineación entre seguridad y objetivos corporativos.

5 — Servicios gestionados y resiliencia operativa

La brecha de talento sigue siendo uno de los mayores retos en la región. Por ello, los servicios gestionados ganan relevancia como modelo sostenible de operación.

La resiliencia operativa también depende de que las aplicaciones críticas se mantengan disponibles en momentos de alta demanda o ante fallas parciales. Por eso, muchas organizaciones están incorporando servicios gestionados que combinan monitoreo de seguridad, operación y disponibilidad, incluyendo arquitecturas de alta disponibilidad y balanceo de carga como parte del mismo modelo de servicio.

Qué invertir

• Servicios de monitoreo 24/7.
• Respuesta a incidentes y planes de recuperación.
• Ejercicios de simulación y mejora continua.

¿Por qué este enfoque es clave para Colombia y Latinoamérica?

• Alto volumen de ataques y mayor sofisticación.
• Digitalización acelerada con superficies de ataque ampliadas.
• Presupuestos en crecimiento, pero con presión por demostrar valor.
• Necesidad de continuidad operativa en entornos críticos.

Adoptar una estrategia integral permite a las organizaciones no solo protegerse mejor, sino operar con mayor resiliencia y confianza.

Conclusión

La inversión en ciberseguridad para 2026 debe responder a una visión clara: proteger, anticipar y garantizar la continuidad del negocio. SOC con IA, Zero Trust, nube segura, GRC y servicios gestionados no son iniciativas aisladas, sino piezas de un mismo ecosistema.

Las organizaciones que entiendan esto no solo reducirán su exposición al riesgo, sino que estarán mejor preparadas para crecer en un entorno digital cada vez más exigente.

Agendar una conversación con un experto de NewNet puede ser el primer paso para evaluar prioridades, madurez y próximos movimientos de tu estrategia de ciberseguridad.

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